CASTRACIÓN: COMO AFECTA A LA CONDUCTA DE LOS PERROS
En este artículo queremos desmitificar y aclarar falsas y populares creencias sobre la castración. Para ello es necesario comenzar definiendo algunos conceptos.
La castración es la técnica quirúrgica que se realiza a un animal para extraer los testículos o los ovarios. Como consecuencia de quitarle estos órganos se produce la esterilización del animal, es decir, se queda estéril o incapaz de tener descendencia porque no tiene donde producir óvulos o espermatozoides. Pero las gónadas tienen otra función que es la producción de hormonas sexuales, testosterona, progesterona, estrógenos.
Cuando un animal es castrado se reduce en su organismo los niveles de hormonas sexuales pero no de forma absoluta. Las glándulas suprarrenales siguen produciendo estás hormonas. Esto nos lleva a desterrar la primera falsa creencia, un macho castrado sigue siendo macho y una hembra castrada sigue siendo hembra.
Como afecta la reducción de las hormonas sexuales a la conducta de los perros, pues aquí es donde los etólogos nos enfrentamos a más falsas creencias.
La más popularizada es que los perros castrados se tranquilizan, son más calmados. FALSO.
La castración no convierte a un perro con un temperamento excitable, nervioso, impulsivo o tímido en un perro equilibrado, calmado y sociable. La reducción de las hormonas solo va a reducir o eliminar las conductas que dependen de las hormonas sexuales. Las conductas que son determinadas por la genética o por el aprendizaje no se ven afectadas por la castración.
Otra idea generalizada es que las hembras necesitan tener una camada para ser buenas perras. FALSO.
No es necesario que una perra tenga una camada para expresar un comportamiento maternal. Existen casos de perras castradas que han mostrado cuidados maternales hacia cachorros huérfanos de su misma especie o de otras especies. La maduración de la conducta de una perra se produce sin necesidad de tener una camada.
Los comportamientos que se reducen o desaparecen con la castración son las conductas que requieren los efectos de las hormonas sexuales.
En los machos los comportamientos que se minimizan y en la mayoría de los casos desaparecen por completo son el marcaje territorial y la agresividad entre machos. Otra conducta que se controla son las fugas o escapes para seguir el rastro de una hembra en celo. Los efectos de la castración en los machos no son inmediatos sino que aparecen semanas o meses después de la cirugía y en algunos perros no les afecta a la conducta sexual.
En las hembras la castración elimina por completo la conducta sexual (no tiene celo) y también los comportamientos que muestran durante la pseudogestación (embarazo psicológico). Muchas hembras después de la ovulación pueden presentar una pseudogestación debido a la disminución plasmática de la progesterona tras la involución del cuerpo lúteo.
Este proceso no solo provoca secreción acuosa e incluso láctea en las mamas sino que va acompañado de cambios de comportamiento. Dichos cambios son anorexia, menor actividad, conducta de nidificación, adopción de objetos, irritabilidad, menor interacción con los propietarios y en algunos casos agresividad.
Al margen de cómo influye la castración sobre la conducta, es primordial resaltar que la castración previene patologías como tumores de mama, ováricos, endometritis, hiperplasia prostática y tumor testicular. Otro aspecto a desmitificar es su correlación con la obesidad, la obesidad depende principalmente de factores como la ingesta de calorías y el gasto de calorías no de las hormonas sexuales, por tanto no es excusa para tener un animal con sobrepeso.
En este punto, nuestros lectores se estarán haciendo la siguiente pregunta, cuál es el momento óptimo para castrar a su mascota. La respuesta a esta pregunta debe ser personalizada, teniendo en cuenta las características de cada individuo y su entorno así como el grado de maduración de su conducta. El asesoramiento sobre el momento óptimo para realizar la castración cobra mayor relevancia en perros que tienen problemas de conducta, en estos casos un veterinario especializado en etología clínica debe comentarte los pros y contras puesto que la castración puede agravar un problema de comportamiento.
Lorena Diez. Veterinaria titular del C.V. Las Canteras